Sunday, November 18, 2007

PARIS: Otra Paris

Recorridos alternativos, comidas con habitantes de la ciudad, paseos en bicicleta, tours temáticos detrás de guías amateurs, música en vivo, lo último en diseño, hoteles modernos y las postales más curiosas en una ciudad de inagotables atractivos

PARIS.- Pasar unos días por la gran capital francesa sin pasear a orillas del Sena, ver aunque sea por
fuera Notre Dame, recorrer las Tuileries hasta llegar a la Place de la Concorde o el Arc du Triomphe -para los más aguantadores- suena a un despropósito. Y sin duda lo es. Cada ciudad tiene una serie de must , lugares que no pueden dejar de visitarse. Y París, de ésos, tiene una larga lista. Pero para aquellos que han ido en más de una oportunidad, y tienen ganas de salir de los sentiers battus (los senderos muy recorridos), aquí va una serie de propuestas que les permitirán descubrir la ciudad de otra manera.

El carácter cosmopolita de París salta a la vista apenas uno toma el RER B (tren regional) desde el aeropuerto Charles De Gaulle en dirección al centro, y ve los rasgos tan distintos de quienes están sentados alrededor. Europeos, magrebíes -fundamentalmente marroquíes y argelinos-, africanos del sur, asiáticos Diversidad que constituye el encanto de barrios como el de Belleville, al nordeste de la ciudad. Es el lugar indicado para comprar productos africanos o asiáticos -además del Chinatown del barrio XIII- si uno es fan de la cocina étnica, o saborear allí mismo algún plato por bastante menos que otros lugares más tradicionales de la ciudad.

El barrio natal de Edith Piaf se caracteriza por sus subidas y bajadas, sus calles estrechas y rincones poco transitados. El parque Belleville tiene una muy linda vista de la ciudad. Otro parque cercano, más al Norte, es el Buttes-Chaumont, de mediados del siglo XIX. Es bastante particular: tiene un lago, rocas, cascadas, una cueva y hasta estalactitas artificiales.

Bajando por el boulevard de Belleville, que luego se transforma en el de Ménilmontant, se llega al cementerio de Père Lachaise, el más grande de París. Allí están enterradas figuras de la talla de Molière, La Fontaine, Chopin, Balzac, Modigliani y hasta Jim Morrison. Al cementerio van muchos habitués , que pasean por allí a la espera de algún principiante deseoso de escuchar sus relatos. Vale la pena prenderse, si uno entiende un poco de francés, claro.

Para continuar disfrutando de la diversidad cultural parisiense, y particularmente de la cultura árabe, un buen y apetitoso plan es ir a tomar un té a la menta con masas dulces magrebíes -imperdibles para los amantes de la pasta de almendra- a la mezquita de París, en el Quartier Latin. O si es de noche, tentarse con un couscous o tagine de cordero o pollo. En el mismo barrio, al frente del Sena, está el Instituto del Mundo Arabe, edificio moderno que tiene una de sus fachadas repleta de diafragmas hexagonales metálicos que se abren o cierran según la intensidad de la luz. Allí suele haber muy buenas exposiciones. Aunque más no sea para echar un vistazo, se puede subir por uno de los ascensores transparentes ultramodernos hasta la terraza, desde donde el panorama es realmente espectacular: a la izquierda, la cúpula dorada de Les Invalides, la Opera Garnier, un poco más cerca el Louvre, el Centro Pompidou y la catedral Notre Dame. Recto y a lo lejos, Montmartre y la iglesia Sacré Coeur.

Puestos de bicicletas

Una costumbre muy popular cuando hace buen tiempo, sobre todo entre los jóvenes, es hacer un picnic en el Pont des Arts o el Champ de Mars, a los pies de la Tour Eiffel. Los picnics son a la francesa, con copas para el vino, gran diversidad de quesos, patés, tartas y ensaladas.
Para descubrir la pâtisserie francesa, un clásico imperdible es Ladurée, salón de té fundado en 1862. No dejen de pedir los macarons, especie de alfajor delicado y exquisito, con sabores a pistacho, flor de naranjo, pétalos de rosa, caramelo, frambuesa, pimienta, chocolate, limón. En cada estación se crea uno nuevo.

Hay tres casas: la más impactante está en Champs Elysées, decorada al estilo imperial, aunque la más antigua es la de la calle Royale, en la zona chic que se encuentra entre la Plaza de la Concorde y la iglesia de la Madeleine.

Desde el pasado verano europeo, la Municipalidad puso en funcionamiento puestos de bicicletas por toda la ciudad, prácticamente gratuitas, si uno no se pasa del tiempo estipulado. ¿Cómo funciona? El alquiler es a través de una máquina y se necesita una tarjeta de crédito. Se puede sacar un abono diario (cuesta un euro) o semanal (5 euros), y debe autorizarse una garantía de 150 euros, que por supuesto no es debitada de la cuenta si uno entrega la bicicleta. La primera media hora es gratis, la segunda sale un euro, la tercera 4. Es decir que no es conveniente quedarse con una misma bicicleta por varias horas. La idea es ir a un lugar determinado y dejarla en un puesto. Pasear un rato y luego tomar otra. Hay bicisendas por una buena parte de la ciudad, aunque es mejor evitar las zonas de mucho tránsito, que no siempre están preparadas para el ciclista.


Si uno tuvo la ocurrencia de meter un traje de baño en la valija y quiere hacer una pausa entre tanta caminata, otra posibilidad es ir a nadar a alguna piscina municipal. El trámite es simple e inmediato y el pase diario, muy económico (2,6 o 3,7 euros). Se puede ir, por ejemplo, a la Piscina Pontoise, a metros del boulevard Saint Germain, conocida en parte porque allí interpretó unas escenas de la película Bleu Juliette Binoche. Otra curiosidad es la piscina flotante que está sobre el Sena, frente a la Biblioteca François Mitterrand.

Como en familia

¿Y si se animasen a ir a la casa de un parisiense a degustar la cocina francesa? Es lo que ofrece la asociación Meeting the French (
www.meetingthefrench.com ), entre varias otras propuestas. Uno completa un formulario por Internet, indicando fecha y hora convenientes, idioma que habla, sus preferencias en materia culinaria y la persona o pareja anfitriona con quien le gustaría almorzar o cenar. Hay menús a 55 y 85 euros por persona (si se va solo cuesta un poco más).

También se puede disfrutar de los manjares franceses desde el otro bando, cocinando. Arômes et
Saveurs ( www.saveurs-aromes.com ) organiza cursos de cocina en francés, inglés e italiano con dos chefs, Carite y Pia, todos los jueves, de 18.30 a 21.30. El curso sale 68 euros e incluye los ingredientes y la degustación. Proponen además salidas de compras a los mercados de productos frescos (12 euros).

Ir a los mercados a elegir frutas y verduras de estación, ver variedades de pescados y aves desconocidas, aprender sobre los quesos de cada región y con qué vino acompañarlos es una experiencia para recomendar. En cada barrio funcionan varios, por lo menos dos veces por semana. Además hay algunos que abren todos los días, excepto los domingos: el de Mouffetard, en el Barrio Latino, es uno de los más pintorescos, aunque también muy turístico. También hay uno muy cerca de la Plaza Denfert-Rochereau y del cementerio de Montparnasse -donde está la tumba de Cortázar-, en el barrio (arrondissement) XIV. En el barrio III está el mercado cubierto más antiguo de París, Le Marché Couvert des Enfants Rouges (abre de martes a domingo).

Para alojarse y tener más contacto con los parisienses se puede optar por una chambre d hôtes, habitaciones adaptadas para el viajero en casas de familia ( www.hqp.fr ). Puede ser una buena alternativa a los hoteles, con precios a menudo más accesibles, mayor comodidad y estilo. Por ejemplo, una suite de tres piezas con baño privado y comedor autónomo cerca de Montparnasse cuesta 66 euros por pareja (desayuno incluido).

Datos útiles
  • Piscina Pontoise: 18, rue de Pontoise. Barrio Latino. Metro Maubert-Mutualité.
  • Piscina Joséphine Baker: Port de la Gare. Barrio XIII. Metro Quai de la Gare.
    Ladurée Champs Elysées: 75, avenue des Champs Elysées. Barrio VIII. Metro F. Roosevelt o George V. Ladurée Royale: 16, rue Royale. Barrio VIII. Metro Concorde o Madeleine. Ladurée Bonaparte: 21, rue Bonaparte. Barrio VI. Metro Saint Germain des Prés.
  • Caveau de la Huchette: 5, rue de la Huchette. Barrio Latino. Metro Saint Michel o cité (cerca de Notre Dame). Entrada: 11 euros (de domingo a jueves) y 13 (viernes, sábado y festivos).
  • Petit Journal Saint Michel: 71, boulevard Saint-Michel. Barrio Latino. Metro Luxembourg. Petit Journal Montparnasse: 13, rue du Commandant Mouchotte. Barrio XIV. Metro Montparnasse o Gaîté.
  • Gibus: 18, rue du Faubourg du Temple, barrio XI. Metro République. Entradas a precio variable. Chicas gratis desde la medianoche hasta la una de la mañana.
  • La Flèche d Or: 102 bis rue de Bagnolet. Barrio XX. Metro Gambetta &Alexandre Dumas. Entrada gratuita.
  • Le Divan du Monde: 75, rue des Martyrs. Barrio XVIII. Metro Anvers. Entrada gratuita.

Por Ana Pedrazzini Para LA NACION